La sustitución de bombillas halógenas por LED es sencilla y no requiere de grandes modificaciones en nuestra instalación eléctrica. Solo debemos tener en cuenta algunos detalles, como la compatibilidad entre los casquillos de conexión de ambas bombillas o la tensión requerida en cada caso, que afectará al tipo de transformador que debamos utilizar.
Sin embargo, si no nos queremos complicar la vida innecesariamente, lo más aconsejable a todas luces es sustituir la lámpara halógena recurriendo a las lámparas LED que se comercializan incorporando todo lo necesario para ser conectadas directamente a la instalación eléctrica de nuestro domicilio o centro de trabajo.
La colección Simon LED ofrece grandes posibilidades desde el punto de vista tanto del diseño como de la eficiencia, como ilustran perfectamente los proyectores LED de superficie y empotrados.
Tengamos en cuenta que las bombillas halógenas se utilizan para una gran variedad de aplicaciones, sobre todo para iluminar espacios que requieran una luz focal. Desde focos empotrados en pasillos domésticos hasta focos para platós de televisión, obras y construcciones, pasando por un sinfín de posibilidades más (focos para lectura en bibliotecas, enseres de iluminación para actividades médicas y quirúrgicas…), los focos halógenos se asocian tanto a la potencia de su haz lumínico como al calor ambiental que generan y al consumo que requieren, algo que sin duda se soluciona con su sustitución por focos con bombillas LED, salvaguardando en todo momento la potencia y la calidad de la iluminación, e incluso ganando en durabilidad y ahorro como las Pantallas led en las palmas.