La gestión del presupuesto, es un término muy de moda hoy en día. Sin embargo, la comprensión de su esencia es un fenómeno bastante raro.
Presupuestar no es solo la preparación de planes financieros.
Esta es una tecnología de gestión de la empresa que garantiza el logro de sus objetivos estratégicos con la ayuda de presupuestos, basados en indicadores financieros equilibrados. A diferencia de la contabilidad, no hay reglas aprobadas. Un emprendedor puede implementar la administración del presupuesto únicamente a través del conocimiento de su propio negocio.
Las principales tareas que el presupuesto ayuda a resolver
- Previsión de la situación financiera de la empresa.
- Un análisis comparativo de los resultados planificados y reales.
- Evaluación de las desviaciones identificadas.
Sabrá qué cambio se ha producido y qué tendencia debe modificarse para llegar al punto que ha delineado. Un emprendedor no se mueve en línea recta, no existe tal posibilidad. Siempre vamos a virar. Las tachuelas se pueden colocar muy bien, pero al mismo tiempo, el empresario debe moverse a un punto específico que él ve.
La mayoría de las empresas elaboran presupuestos formales y llaman a esto «presupuesto». Al mismo tiempo, la tecnología presupuestaria implica la vinculación de los planes con los objetivos.
Esta es una
herramienta para lograr los objetivos de la empresa, la implementación de su estrategia. Presupuestar sin establecer metas es el máximo que le permite obtener un pronóstico: lo que sucederá si continuamos “siguiendo la corriente”. Es el presupuesto lo que impulsa la estrategia.
Hay suficientes materiales sobre presupuestos, así que no veo ninguna razón para volver a contar lo que puede leer usted mismo en los libros de texto económicos. Solo tocaré los puntos más importantes. La razón para mencionar el presupuesto es llamar su atención sobre la necesidad de establecer metas y crear planes no formales, sino de trabajo.
El
plan debe servir como una herramienta para monitorear y analizar los resultados logrados y la base para construir un sistema de motivación del personal, de lo contrario es inútil y sin sentido.
La base del presupuesto es una estructura financiera. Debe reflejar la estructura de todas las actividades en las que se dedica la empresa.
Si una empresa administra varias empresas, cada una debería tener sus propios presupuestos. La redacción formal de un presupuesto unificado, sin construir una estructura financiera, no rinde nada: con un documento de este tipo es imposible determinar dónde surgen las ganancias y dónde se consumen las ganancias, qué objetivos se establecen para varios departamentos y en qué medida se alcanzan
. Los presupuestos deben estar preparados para la empresa en su conjunto y para cada unidad de negocios.
Se prepara un presupuesto para controlar los flujos de efectivo.
El dinero ganado por la empresa es un resultado que consta de muchos componentes que pueden medirse utilizando indicadores clave. Y antes de continuar con la preparación de presupuestos, es necesario determinar qué indicadores se guían, qué indicadores se aceptan como criterios para el éxito de la empresa durante el período de planificación. Estos indicadores deben estar vinculados a objetivos estratégicos y definidos de manera muy específica.
La mayoría de los dueños de negocios usan solo indicadores directos de desempeño financiero. Sin embargo, tales indicadores no permiten pronosticar el futuro; están orientados principalmente al pasado y contienen poca información necesaria para tomar decisiones estratégicas. Es imposible detectar desviaciones alarmantes en una etapa temprana.
La empresa debe ser evaluada en las siguientes perspectivas
• Condición financiera (indicadores generalmente aceptados: ganancias, rentabilidad, etc)
• Posición en el mercado (número de clientes, calidad del servicio al cliente, participación en el mercado, entre otros)
• Procesos comerciales (qué tan bien se depuran y son efectivos);
• Formación.
Para cada una de estas posiciones se formulan objetivos. Los indicadores clave de rendimiento (KPI) se desarrollan para cada objetivo.
Todos estos indicadores deben reducirse a números: medirán el grado de logro de un objetivo en particular.
Tal sistema se llama equilibrado, es decir, los indicadores se equilibran con los objetivos necesarios para implementar la estrategia de la empresa.