Giuliani recibió dinero de Qatar, Venezuela y exiliados iraníes

Desde que dejó la oficina de la alcaldía de Nueva York, Giuliani ha ganado millones como abogado y consultor. Incluso para algunos clientes en desacuerdo con la política exterior de Estados Unidos.

Muchos de esos lazos surgieron en medio de la candidatura presidencial de Giuliani en el 2007. Se consideró que representan un número sin precedentes de dilemas éticos para un posible comandante en jefe.

Cuando el ex alcalde Rudy Giuliani se postuló para la presidencia, reporto ingresos entre 18 y 70 millones de dólares.

La consultoría de Rudy Giuliani hacia  gobiernos extranjeros presentaría conflictos de intereses. Esto dado a que está siendo considerado para ser el primer diplomático de la nación en el nuevo gobierno de Trump.

Podría presentar problemas como secretario de Estado dado a sus ingresos. Estos aún no han sido aclarados.

Ahora, sin duda alguna, estas preocupaciones han sido eclipsadas por la propia red de enredos de negocios de Donald Trump. Estos no han sido conocidos por el público. La participación de Giuliani en la campaña de Trump y su consideración para el trabajo de secretario de estado. Plantea todo un desafío con respecto a las promesas de Trump de prohibir a sus funcionarios la administración de cabildeo para gobiernos extranjeros.

Casos más destacables

En el 2011, un partido político iraní exiliado llamado Mujahedin e-Khalq, conocido como MEK, pagó a Giuliani para dar un discurso en Washington. En este discurso, pedia al Departamento de Estado que sacara al grupo de su lista de organizaciones terroristas. El MEK logró revertir la designación como grupo terrorista en el 2012.

Una filial de Giuliani Partners, la consultora de Giuliani, asesoró a la petrolera estatal de Qatar sobre seguridad en una planta de gas natural. Informó que Qatar es un aliado de Estados Unidos que alberga una importante base militar. De hecho, una vez se intentó detener a Khalid Sheikh Mohammad. Un terrorista que continuó dirigiendo los ataques del 11 de Septiembre.

Otra empresa filial, Giuliani Security & Safety, proporcionó un asesoramiento de seguridad a un proyecto en Singapur a nombre de una asociación que incluyó a un magnate cercano al régimen norcoreano. El cual es considerado una figura del crimen organizado por el gobierno de los EE.UU.

Giuliani Partners también asesoró a TransCanada, empresa que buscaba construir el oleoducto Keystone XL. Proyecto el cual el presidente Barack Obama rechazó. Por otro lado, Trump ha dicho que quiere aprobar este proyecto.

Otra colaboración de Giuliani, fue al ayudar al fabricante del analgésico OxyContin, Purdue Pharma, a resolver una investigación de la Drug Enforcement Administration (DEA). Esta los amenazaba con una multa.

Giuliani y las empresas energéticas

El bufete de abogados tiene como sede una oficina ubicada en Houston. Giuliani se unió como socio en el 2005 para que hiciera lobby en Texas para la trasnacional Citgo, la subsidiaria estadounidense de la petrolera estatal venezolana. En aquel entonces controlada por el presidente Hugo Chávez. La firma también trabajó para el Ministerio de Petróleo de Arabia Saudita.

El bufete de abogados, Bracewell & Giuliani, presionó a nivel federal a favor de compañías de energía, incluyendo Southern Company, Duke Energy, Energy Future Holdings, Arch Coal, Chesapeake Energy y NuStar Energy. También representó a Cornell Companies, un operador privado de prisiones que posteriormente se fusionó con GEO Group.

Comparación con la fundación Clinton

La Fundación Clinton ha sido acosada por las sospechas republicanas de vender el cargo a Hillary Clinton como secretaria de Estado. La organización sin fines de lucro, en efecto aceptó mucho dinero de gobiernos extranjeros. Pero los defensores de Clinton señalan que no hay pruebas de que ella haya hecho un acto oficial para beneficiar a un donante de la fundación. A diferencia de Giuliani, Clinton nunca se benefició personalmente de las contribuciones extranjeras hacia su caridad.