La forma más eficaz de afrontar una crisis es prevenirla. Es posible prevenir una crisis realizando un seguimiento constante del entorno interno de la empresa, identificando los problemas emergentes y reaccionando adecuadamente a ellos.
Aquí quiero dar algunas señales universales que pueden ayudar a identificar y prevenir un problema a tiempo.
Estos incluirán:
- La aparición de dificultades para lograr los planes de la organización (los objetivos establecidos no se logran o no se alcanzan por completo),
- La dirección de la organización comienza a experimentar dificultades para controlar el desempeño,
- La calidad del trabajo o de los productos se está deteriorando.
- Los clientes comienzan a irse
- La empresa experimenta dificultades para contratar personal, pierde su imagen de empleador atractivo, la cultura corporativa se deteriora, los empleados pierden motivación,
- Los problemas comienzan con el proceso de establecimiento de metas, que se nota especialmente cuando hay varios fundadores. En este caso, establecer metas en una empresa a menudo se parece a la imagen descrita en la famosa fábula de I. A. Krylov «Swan, Cancer and Pike».
Es obvio que el desarrollo de la empresa está indisolublemente ligado a la superación de diversas crisis, la tarea del gerente aquí es:
La primera es darse cuenta del problema emergente a tiempo,
La segunda es averiguar las razones que dieron origen al problema (también es necesario determinar si es una consecuencia natural del crecimiento, o un error de cálculo (error) de la gestión),
En tercer lugar, desarrollar medidas para nivelar o eliminar las consecuencias.
El cuarto es aplicar de manera constante y tranquila las medidas desarrolladas, tratando de evitar errores que puedan agravar la situación.
En la definición de crisis, se pueden distinguir dos de sus tipos ampliados: inter-etapa (crisis que surgen de una etapa de desarrollo a otra) e intra-etapa (no asociada con cambios a gran escala en la organización). Con la posible similitud, estas crisis varían mucho en su escala y, en consecuencia, en las acciones que deben tomarse en relación con su ocurrencia. Si el primer grupo de crisis surge principalmente por distorsiones y desniveles en el desarrollo de la organización, así como por errores cometidos, y para salir de ella, basta con corregir el error o eliminar la distorsión. Para salir de la crisis entre etapas, es necesaria una reestructuración radical de toda la estructura organizativa. Para salir de una crisis de este tipo, a menudo se necesita mucho dinero y tiempo.
Por tanto, cuanto mejor comprenda la dirección la situación en la que se encuentra la empresa, más precisamente se identifiquen los motivos que provocaron la crisis, y qué tipo de crisis se va a superar, más adecuada y eficazmente se podrán tomar las medidas de respuesta. En sentido figurado, si luchas con moscas con matamoscas y con elefantes con un buen entrenador, el resultado siempre será mejor que si intentas entrenar moscas y ahuyentar a los elefantes con un matamoscas.
Una organización en los negocios, como cualquier organización, es una entidad (o incluso un organismo) que tiene su propia lógica de desarrollo, sus propias leyes, sus propias estáticas y dinámicas. Al mismo tiempo, es de suma importancia para una empresa poder mantener un equilibrio entre los cambios que se están produciendo en ella y la necesidad de sostenibilidad en cada período de tiempo. La preservación de esta sostenibilidad se ve facilitada por la presencia de una conexión entre la idea de una organización que nació en el pasado y su misión en el presente y el futuro, una estrategia de desarrollo bien pensada, que sirve como base para la construcción de todos los procesos y mecanismos organizacionales. Un papel igualmente importante para mantener la estabilidad de la organización lo juega el equilibrio entre las diferentes áreas de la vida organizacional: marketing, finanzas, cadenas tecnológicas y personal.