Necesitamos establecer un orden en nuestras mentes. Necesitamos saber pensar para tomar conciencia, aclarar y conectar nuestras ideas porque solo después de eso podemos razonar, analizar y comprender. Si aprendemos a pensar, nos ayudará a no cometer errores constantes en las elecciones, a eliminar más fácilmente las dudas y evitar el sufrimiento. Una gran ayuda en este proceso es la atención con la que iluminaremos los pensamientos en nuestra mente. ¿Por qué? Para que las corrijan si son malas o si son fruto de la fantasía. Porque si hay confusión en nosotros, si no sabemos cómo nos sentimos, si nuestras ideas no nos son claras, difícilmente sabremos hablar.
No olvidemos que decidimos qué pensaremos, cómo nos sentiremos y cómo viviremos, y también decidimos cómo comunicarnos en base a dos conceptos: saber escuchar y cómo hablar. La conversación debe ser como la música de diferentes instrumentos cuyos sonidos se entrelazan, pero que se dejan espacio entre sí, como el caso del buen
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Hoy hablamos de la era de la comunicación, pero en esa época a menudo nos resulta difícil comunicarnos de verdad. La consecuencia del propio desorden interno en pensamientos y sentimientos es la falta de conversaciones más profundas y significativas, así como la reducción de las relaciones entre las personas. Además, las conversaciones a menudo nos agotan y nos dejan con una sensación de superficialidad y pérdida de tiempo. ¿Por qué? ¿Quizás porque no tenemos nada que decir porque nuestras ideas son vagas, porque tenemos miedo de los pensamientos y sentimientos de otras personas?
En las conversaciones debemos ser lo más claros y directos posible al expresar lo que pensamos y sentimos. Para poder hacer esto, primero necesitamos establecer claridad dentro de nosotros mismos: la claridad de nuestros pensamientos para que sepamos lo que queremos y cómo podemos lograrlo, y la claridad de nuestros sentimientos que limpiaremos de emociones e instintos negativos. esa oscura claridad dentro de nosotros. La claridad de las emociones nos ayudará a establecer una estabilidad interior. La claridad mental y emocional también aumentará la claridad de nuestra vida, y la consecuencia es la claridad que expresamos a través de los gestos, la forma en que nos expresamos y nuestras acciones.
Comunicarse significa construir puentes y caminos para expresar nuestras ideas y sentimientos. La comunicación es el dar y recibir que ennoblece al hombre. Por eso tenemos que superar el egocentrismo, los prejuicios, el miedo, los malos entendidos… Todos somos diferentes, pero estas diferencias pueden enriquecernos, en lugar de crear barreras. Cada día puede ser el comienzo de una renovación de nuestras habilidades comunicativas.